Llegó un tiempo en el que tenía tiempo para llevar tres blogs y una huerta, la paternidad, el cambio de trabajo y mil historias, te obligan a cambiar tus prioridades, pero para 2017, hay que volver a retomar viejas costumbres y al menos, sacar tiempo para escribir un rato y contar cómo seguimos avanzando en la horticultura y en todo lo que la rodea.
Llegó septiembre, se acabó la temporada fuerte de la huerta, y junto con que se me olvidó comprar puerros para plantar a final de agosto, dejé descansar la tierra hasta noviembre, tiempo para sembrar guisantes y habas.
Tenía pendiente un lugar dónde guardar la herramienta y aprovechando el parón, me busqué un nuevo hobby.
Mi idea era quitar el tejado, y toda la flora que habitaba en él, de esta chabola, una antigua cuadra, y ponérselo nuevo y así disponer un sitio dónde poder dejar la herramienta a cubierto de la lluvia.
La foto es de mediados de septiembre.
Podéis adivinar que después de años de abandono, el proyecto iba a ser tan fácil ...
Esto era su interior.
Os iré dejando actualizaciones de los avances.
Con ayuda de Alvaro, hemos avanzado mucho en estas últimas semana y ya casi está preparada para su cometido.
Salu2
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