miércoles, 30 de junio de 2010

El pepino que creció y se hizo calabacín

Os comenté en anteriores entradas que dentro de las cucurbitáceas que habíamos plantado había alguna que otra planta de pepino. La verdad, a mi me gusta, pero no es un plato de mis preferidos. Además tiene el handicap de su facilidad para darte una digestión horrible. 

Por mucho que preguntaba, no conseguía saber de nadie que le gustara el pepino y me veía buscando alguna conserva para hacer con pepino o directamente tirándolos a la basura.

La cosa es que la semana pasada, nuestro maestro hortelano me dijo, "oye Imanol, para la semana que viene tienes un calabacín" La cosa es que por mucho que buscara en el departamento calabacín, ;-), allí sólo había flores ... Al día siguiente le pregunté y me indicó dónde estaba, curiosamente, entre las plantas de pepino. Yo le dije que eso eran pepinos y el sabiamente me dijo, pues en 50 años que llevo con la huerta no había visto nunca un pepino que pareciera tanto un calabacín, bueno, claro, a no ser que fuera un calabacín. Así que nos vendieron pepinos como calabacines ...

Hace muchos años que tengo abandonado el tema huerta, primero, porque cuando la hacía mi padre, yo era muy peque y segundo, porque en montellano, me gustaba más andar en bici que prestar mucha atención a los aldeanos. Pero la alegría de saber que no tenemos pepinos y si calabacines ha sido enorme.

Pues bien, el pepino que se convirtió en calabacín formó parte de nuestra cena del lunes, nada que ver con el de la frutería, por cierto.

Os dejo una instantánea de hace una semana y del lunes, ya en casa.

PD, espero no llevarme más sorpresas ...


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